¡Ay! En Chiclana me crié;
que me busquen en Chiclana
si me llegara a perder.
Los arroyos y las fuentes
no quieren mezclar sus aguas
con mis lágrimas ardientes.
Si porque no tengo madre,
vienes a buscarme a casa,
anda y búscame en la calle.
Que me dijo mi madre
que no me fiara
ni de tus ojos, que miran traidores,
ni de tus palabras.